Muchos entusiastas del automóvil codician la marca Mercedes-AMG, pero muy pocos pueden tener un coche que porte esas tres letras. A cambio, proponemos la silla de oficina oficial de la marca alemana, bastante más asequible.

El asiento, ideal para el teletrabajo y las reuniones de Zoom (algunas interminables), cuenta con un respaldo alto y reposacabezas integrado, además de refuerzos laterales pronunciados y una extensión de la banqueta. Incluso viene con orificios para anclar un arnés de tres puntos y luce el distintivo AMG.

La silla pesa 39 kilos y cuesta 3.500 euros, incluidos el IVA y los gastos de envío, por lo que no habrá sorpresas negativas a la hora de recibirla. Curiosamente, la web de AMG te permite pedir hasta cien unidades, por si eres el responsable de una empresa y quieres que todos tus empleados la disfruten.

Por supuesto, se puede regular en altura y las ruedas son cromadas. La base está conformada en acero y el respaldo tiene ajuste en inclinación, como los asientos de los coches. Asimismo, los reposabrazos son ajustables, están acolchados y pueden girar 30 grados hacia dentro.

Las tapicerías Artico y Dinamica de la silla proceden directamente de los asientos originales AMG Performance. No faltan costuras decorativas e inserciones de color rojo, para aportar una sensación de alta deportividad. 

Ahora que muchas personas trabajan desde casa, una silla de oficina con la marca AMG podría ser lo más parecido a ir en un coche de altas prestaciones al puesto de trabajo durante la semana, ¿no te parece?

Mercedes-AMG ha prestado su nombre a otros productos, como el reloj de titanio y fibra de carbono que diseñó con IWC. McLaren, Bugatti y otros fabricantes de automóviles también se han aventurado a colaborar en relojes.

Es más, en 2017, Ferrari presentó un par de sillas de oficina que tenían un precio de 8.500 euros. La de AMG es más asequible, pero claro, es un producto caro, como cualquiera procedente de la marca alemana...