Si quieres comprar (o estás empezando a pensar en comprar) una nueva silla, puede que percibas que las sillas gaming y las sillas de oficina son los dos tipos de opciones predominantes en la actualidad. A primera vista, podrías pensar que los dos tipos de sillas se reducen a la simple estética, pero también hay que tener en cuenta la ergonomía y la comodidad. Dependiendo de cuáles sean tus necesidades principales, desde tu presupuesto hasta tu estilo de vida en casa (si eres un jugador más ocasional, por ejemplo), estamos aquí para ayudarte a entender las principales diferencias entre una silla gaming y una silla de oficina para que puedas gastar tu dinero sabiamente y con seguridad.

Es fácil saber si una silla se ha fabricado para jugar o para trabajar en la oficina por sus características comunes. La mayoría de las sillas gaming tienen un diseño muy inspirado en los asientos de los coches de carreras, que normalmente cuentan con marcos sobredimensionados para sujetar los cascos por detrás y laterales reforzados para mantener a los corredores en su posición mientras giran con fuerza.

Aunque no viajarás a gran velocidad ni experimentará fuerzas gravitacionales extremas, este tipo de diseño ayuda a dar soporte a los jugadores durante largos periodos de tiempo sentados. El largo respaldo asegura que toda la espalda esté apoyada en todo momento. Mientras tanto, los refuerzos laterales ayudan a sostener las piernas y la espalda para que puedas sentarte derecho durante largos períodos con menos esfuerzo. Desgraciadamente, sus características también dificultan sentarse con las piernas dobladas.

El diseño de las sillas de oficina varía, pero en su mayoría cuentan con respaldos de malla y un cojín de asiento plano. Aunque también ofrecen apoyo para estar sentados durante varias horas, un asiento y un respaldo planos no ofrecen tanto apoyo como el diseño de una silla gaming típica. Dicho esto, los asientos planos y en cascada que se encuentran en la mayoría de las sillas de oficina también ayudan a sostener mejor los músculos de los muslos hasta el borde.

El soporte lumbar de las sillas de oficina suele ser más eficaz y ajustable que el movimiento de una almohada de apoyo o los mecanismos internos que se encuentran en algunas sillas gaming. Lo único que les falta a la mayoría de las sillas de oficina es un reposacabezas, ya que a menudo se considera una característica premium.

En lo que respecta a la ergonomía de ambos tipos de sillas, puedes estar seguro de contar con sólidas opciones de ajuste en ambos casos. Sin una buena ergonomía, podrías arriesgarte a sufrir dolores de espalda, rigidez de cuello, desgaste de las muñecas o algo peor. Dicho esto, las opciones de ajutes son importantes, así que aquí tienes una rápida visión general de cómo las sillas de oficina y las sillas gaming se desempeñan en este apartado.

La mayoría de las sillas gaming vienen con almohadillas de apoyo para la cabeza y la parte inferior de la espalda que se sujetan a la estructura mediante correas elásticas. Además, las sillas gaming cuentan con un ajuste de la altura del asiento, reposabrazos ajustables, un bloqueo de la inclinación y la capacidad única de inclinarse hacia atrás hasta 180 grados, para que puedas descansar entre sesiones de juego.

Las sillas de oficina suelen ser mucho más ajustables, con la posibilidad de ajustar la profundidad del asiento, el ajuste de la altura del asiento, la tensión y el bloqueo de la inclinación, los reposabrazos ajustables y el soporte lumbar incorporado que se desliza hacia arriba y hacia abajo. Lamentablemente, una silla de oficina no se puede reclinar del todo como en una silla gaming, así que hay que tenerlo en cuenta si la reclinación es importante para ti.

En los últimos años también hemos visto una serie de sillas gaming ergonómicas. Este tipo de sillas son fáciles de distinguir porque su estilo es más discreto, ya que pierden los refuerzos laterales y presentan un asiento plano o en cascada. Esencialmente, se parecen más a las sillas de oficina, pero con una tapicería negra y colores llamativos.

Además, las sillas gaming ergonómicas cuentan con el apoyo lumbar dedicado y ajustable que se suele encontrar en una silla de oficina. Este apoyo adicional y el elemento ajustable es un gran paso por encima de la almohadilla de apoyo lumbar habitual que se encuentra en la mayoría de las sillas gaming.

Las sillas gaming son un poco excesivas, así que parece natural que tengan más características que sus hermanas de oficina, que tienden a ser simples.

Algunas características de las sillas gaming más especiales que destacar:

Hoy en día se pueden encontrar sillas gaming equipadas con almohadillas térmicas y/o tejido refrigerante. Además, hemos visto algunas que vienen con una función de masaje incorporada. Y, si prefieres tener un asiento que vibre en función de los juegos que practiques, Arcadeo cuenta con retroalimentación háptica.

Para algo más estético, un puñado de sillas gaming vienen equipadas con iluminación RGB. Y, por supuesto, no podemos olvidar que algunas de las primeras venían con altavoces integrados, que algunos siguen teniendo hoy en día.

Las sillas gaming y de oficina empiezan con precios muy bajos, pero estas opciones extremadamente asequibles no merecen la pena. En su lugar, encontrarás sillas de mejor calidad y más duraderas gastando un poco más. Las sillas gaming tienden a ser más asequibles, con una variedad de opciones más baratas y de alta calidad, frente a las sillas de oficina, que tienden a tener una estrecha selección de sillas asequibles y de alta calidad.

Puedes conseguir una silla gaming de calidad como la Respawn 200 por unos 219 euros. Y si te sientes cómodo gastando un poco más, tienes acceso a opciones fantásticas como la Razer Enki X de unos 300 euros o la Respawn Specter por algo más.

La mayoría de las sillas de oficina de calidad tienen un precio más elevado, siendo una de nuestras favoritas de menor coste la Autonomous ErgoChair Core, de unos 349 euros. A partir de ahí, las opciones bien equipadas son bastante más caras, como la Secretlab NeueChair, de unos 600 euros, o la Steelcase Think, de casi mil euros.

Hay mucho que pensar, pero esperamos que tengas una mejor idea de qué silla es la mejor para ti.