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Se llama Villa Alcotanes y pertenece a una pareja residente en el Reino Unido que, para sus escapadas a nuestro país, querían una casa donde sentirse como en su hogar, un mérito conseguido por la interiorista Dominique Alexandra. La vivienda ha requerido una completa reforma que ha incluido el proyecto decorativo, además de intervenciones de adaptación y generación de espacios concretos, así como trabajos de carpintería y domótica.

La casa, de más de 854 metros cuadrados totales, está situada en una de las zonas más exclusivas de Marbella, frente al mar, y se distribuye en tres plantas con terrazas, piscina, jardín, jacuzzi, gimnasio y bar.

El estudio de Dominique Alexandra está especializado en proyectos de lujo. Foto: Gonzalo Botet

A nivel estético, la fundadora de Alexandra Studio, siguiendo las peticiones de los propietarios, puso en valor los diferentes tipos de piedras existentes en la arquitectura interior de la vivienda, además de potenciar las líneas curvas y los espacios fluidos, ligeros y serenos. Todo ello bajo una paleta cromática neutra, con algunos toques de color en los accesorios, y un mobiliario diseñado ex profeso para este proyecto.

El interiorismo y la decoración son herramientas potentísimas para lograr que los espacios hablen de quien los habita

La cocina ya estaba en la casa y se decidió mantener, por lo que sus acabados han ido definiendo los demás elegidos para esta planta de acceso totalmente diáfana y proyectada hacia el exterior, en la que se ubican otros ambientes, como el comedor y el salón con entrada integrada.

En la entrada a la vivienda se han dispuesto sendos icónicos sillones Pacha Lounge, de Gubi (diseñados en 1975 por Pierre Paulin), en una versión actualizada con brazos de tela bucle. La alfombra hecha a medida es de Nani Marquina, de forma ovalada y tacto sedoso, y entre ambos hay una mesa con pie de mármol negro marquina y base en cristal fumé.

En el salón destaca el sofá de Camerich, con una composición modular, sobre una alfombra a medida en acabado sedoso, ambos en tonos neutros, como el sillón redondo giratorio que hay enfrente, vestido con un tejido de textura de Casamance. Éste hace de rincón de lectura gracias a la escultural lámpara de cobre que lo acompaña, de Pallucco, un icono contemporáneo y diseñado en 1989 por Sergio Calatroni. En cuanto a las mesas de centro bicolor son de la firma Shake, que combinan un lacado blanco y un roble en tinte oscuro.

Del comedor destaca la mesa diseñada por la interiorista, con un sobre de porcelánico imitación mármol Saint Laurent negro con vetas doradas y la base, en forma de V en DM lacado con acabado latón cepillado, hace resaltar dichas vetas. Las ocho sillas son el modelo Dudet, de Cassina, un diseño de Patricia Urquiola de claras connotaciones de los años 70. La lámpara escultórica es de Bocci y consta de 19 bolas de vidrio soplado que al encenderse ofrecen un tono dorado muy sutil a juego con el conjunto cromático elegido para el comedor.

La terraza principal de esta planta consta de varios ambientes, uno de ellos al aire libre pero dotado de toldos monitorizados para evitar el sol en los días más calurosos, está compuesto de dos sofás enfrentados curvados de Varaschin situados junto a dos mesas redondas de Expormim. Sobre el pavimento, alfombra trenzada en color arena.

Bajo el porche, y en una zona un poco más resguardada de la terraza desde la que se divisa el mar, se ha creado otra zona de estar con un sofá de dos plazas con base de teca de GG Italia, junto a dos sillones Moon con respaldo curvado, y la mesa de centro totalmente de madera de teca, de GG Italia.

Para la zona de la escalera que comunica las diferentes plantas de Villa Alcotanes se ha elegido una lámpara espectacular, de Bocci, compuesta por 20 bolas de vidrio suspendidas a diferentes alturas que potencian la profundidad vertical de este espacio.

Todos los dormitorios se ubican en la planta baja y para la suite se ha diseñado un cabecero a medida de paneles verticales tapizados con tela de Casamance, en un tono a juego con la alfombra de pelo largo y sedosa. A ambos lados se ha optado por colocar espejos con la idea de reflejar las vistas del mar y todo el conjunto que compone las mesitas de noche: lámparas de tres bolas de vidrio soplado, de Bocci, y mueble, de Misura Emme, con estructura de madera de roble tinte wengué y encimera de mármol calacatta oro.

El baño del dormitorio principal, aunque visualmente integrado en el éste, se ha diseñado físicamente separado por un cristal que, con solo pulsar un botón, se vuelve opaco con el fin de tener intimidad.

Frente al baño y a modo de walk in closet diseñado por el estudio se sitúa el espacio que responde a las necesidades de los propietarios en materia de prendas de vestir. La entrada se hizo con puertas correderas de celosía y las baldas de roble con tinte nogal en el interior tienen leds integrados y detalles en negro mate. Y a los pies de la cama se ha colocado el sofá curvado de Ormos, de la colección diseñada por Erico Navazo.

Para los otros dormitorios de la vivienda, el estudio de interiorismo ha seguido la misma línea decorativa que en el principal, diseñando los armarios, cabeceros y mesitas de noche, y todo en tonos suaves que fomentan un ambiente relajado.

En esta misma planta baja, el estudio ha planteado una zona de entretenimiento y un espacio de oficina solicitado por los propietarios. Ésta se ha diseñado acristalada para separarla del salón, a la vez que se mantienen visualmente conectadas. El escritorio Ghiacciolo Ponte es de Glas Italia, un diseño de Piero Lissoni; reloj Daro, de Nomon, con detalles en latón y nogal; papel de Omexco y lámpara de pie UAU, de Catellani & Smith.

En la planta inferior, a nivel del jardín y la piscina, se ha dispuesto de una zona de bar con dos taburetes de GG Italia y, a conjunto de los pilares forrados de madera de iroko, se han diseñado varios estantes con leds con espejo de fondo, y enfrente se ha colocado una encimera de porcelánico imitación Carrara en acabado satinado.

En la piscina, y junto al jacuzzi, se han puesto cuatro tumbonas de GG Italia junto a varias mesitas de Gandia Blasco y sombrillas de Arkimueble. Y aunque no se ven pero están, los altavoces integrados en todo el jardín, entre las plantas, así como todo un sistema de iluminación exterior rediseñado por crear diferentes ambientes.

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Periodista redactora especializada en interiorismo residencial y contract. 

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